¿Te lo has preguntado alguna vez? ¿Sabes de dónde viene el término estanco y por qué se utiliza para llamar así a los establecimientos donde se vendía y vende tabaco?
Por si no lo sabes hoy te lo vamos a explicar: Hace años en los estancos podíamos encontrar tabaco, sellos, timbres del Estado, impresos oficiales y alguna cosilla más. Todos estos productos tenían restringida o estancada su venta y solo se podían vender en los establecimientos y al precio que el Estado designaba. Los productos que tenían restringida la venta también se decía que tenían estancada la venta (del latín «extancāre» – cerrar el paso), de ahí que al establecimiento donde se podían vender se le llamase «Estanco».
El monopolio de la venta de estos artículos: tabaco, sellos, impresos oficiales, etc. estaba en poder del Estado y solo se podía vender en exclusividad a través de concesiones concedidas en concursos públicos y en los que había que cumplir con una serie de requisitos.
Esto provocó que en otros establecimientos y durante muchos años al margen de la ley, se vendiesen cajetillas sueltas que previamente eran compradas en estancos y a las que se les cargaba un pequeño margen de beneficio. Esta práctica era muy habitual sobre todo en bares.
Hoy en día en los estancos se pueden encontrar mucha más variedad de productos y no todos están sometidos a un precio oficial designado por el Estado, sin embargo conservan el nombre histórico porque el tabaco, los sellos y algunos otros productos siguen teniendo un precio prefijado, aunque no solo se pueden encontrar en un estanco.
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