Para conseguir que os intereséis por la noticia que hoy publicamos (porque es un ejercicio obligatorio que puede ahorraros muchos dolores de cabeza) vamos directos a un ejemplo. Después de que vosotros comprobéis que vuestras claves están a la vista seguro que seguiréis leyendo.
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- Entramos en la página:
- En el buscador ponemos algún correo electrónico, por ejemplo «marialopez@gmail.com» al azar y pinchamos en buscar:
En el resultado podéis ver que ese correo está en riesgo, porque varios servicios web que en su día fueron hackeados como: «Dropbox, MySpace, LBSG, etc.» filtraron las claves que se usaron para ese email. Y ahora si nos registramos en Leekpeaks podríamos comprar esas claves.
Lo mismo podéis hacer para cualquier nickname o apodo que hayáis utilizado alguna vez en alguna aplicación web. Seguro que los resultados os dejarán con la boca abierta.
Sabéis esas típicas noticias de que un sitio ha sido hackeado y se han comprometido millones de contraseñas y bla bla bla. Pues ocurre a diario, y muchas veces no llegan a la prensa. Y estos sitios ponen a disposición de sus usuarios, previo pago, todas esas claves.
Os apuesto lo que queráis, que al 90% de las personas que introduzcan las direcciones de sus correos electrónicos o usuarios tienen alguno que en algún momento se filtró la clave.
Y el problema de que se filtre una clave, aunque no sea la actual, es que la mayoría de usuarios ponen la misma clave en muchos sitios, y aunque a lo mejor, en ese sitio, ya no tenga esa clave porque la cambió, se ha descubierto una de las claves que usa y se puede probar en más sitios con el correspondiente agujero de seguridad que conlleva este tema.
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