Aquella primera receta derivó en toda una variedad de combinados refrescantes y en algunos casos aromatizados que enriquecieron notablemente nuestra cultura, una cultura que se enfoca alrededor de una barra , la barra de un bar.
De anécdotas de bares será de lo que hablemos, pero hoy va a tocar como hacer diferentes sangrías o cups.
¿Quien no ha disfrutado de una tarde de verano sentado en la terraza de un bar, disfrutando de una mezcla de vino tinto (o blanco), incluso mezclas mas exclusivas con cava o champagne, una charla con los amigos, un partido de fútbol o simplemente pasar el día, las sangrías siempre han estado ahí, pero… ¿cómo se hacen?
Existen multitud de variantes:
La clásica en la cual maceramos un limón o naranja (o ambos) en una jarra de vino tinto durante un par de horas y rellenamos con refresco cítrico, generalmente fanta de limón o sprite.
La creativa en la cual combinamos a nuestro antojo todos esos culines de licores que quedan por casa y se lo añadimos a la sangría para darle ese «puntillo».
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